Abrió cartel el diestro linarense Curro Díaz, torero hasta
para hacer el paseillo. Lanceó por verónicas al bonito y gordo primero
concluyendo la tanda con una bonita media y una revolera. Lo llevó a la
jurisdicción del picador con unas bonitas chicuelinas al paso. El toro se dejó
pegar como todos sus hermanos. Buen quite de Ureña por gaoneras. Oscar
Castellano estuvo mal con los palos y Manuel Muñoz peor aún. Tónica reinante
esta, la de cuadrillas ineficientes. Inicio muy de Curro en el tercio, dejando
como remate un soberbio cambio de mano. Al natural, el torero de Linares mostró
todo su repertorio y se abandonó dejando ver su innata torería. No tan innato
pero cada día más corriente es su ventajismo. Toreó al ralentí a un toro noble
y caldeó a los tendidos con su plasticidad delante de la cara del toro.
Pinchazo y bajonazo el cual le privaron de una oreja segura. Vuelta al ruedo
del torero y bronca al presidente que aguantó firme el chaparrón. Su segundo no
le dejó estar a gusto con el capote y cobró en las dos entradas al caballo.
Quite de Ureña que no caló en los tendidos. Brindó Curro al respetable. Una vez
más inicio torerísimo, muletazos eternos y pases de pecho de cartel. Conocedor
de que tenía a los tendidos de su parte, finalizó con dos tandas por la derecha
de peor factura y estética. Se tiró a matar con mucha verdad y resultó prendido
por el astado. Tardó en caer el de Algarra mientras el diestro esperaba con dos
cornadas en el muslo, sentado en el estribo. Faena de una oreja, aunque los
sentimientos ganaron al rigor. No molestan, pero excesivas. Puerta grande.
Ureña no pudo hacer gran cosa ante el toro más soso de la
tarde, el segundo. Algo ventajista el inicio de faena aunque terminó toreando
con la verdad a la que nos tiene acostumbrados. A la faena le faltó poder. En
quinto lugar se sorteó el toro más serio del encierro. A la postre el más
interesante. En su encuentro con el picador Pedro Iturralde, le puso el pitón
en la ingle y a los de plata les hizo pasar un mal trago, pasando cinco veces
para colocar cuatro palos. Por encima del toro estuvo Paco que realizó una
faena de mucho mérito sometiendo las embestidas del toro. Los tendidos de
Zargoza seguían soñando con la faena de Curro y en líneas generales no se
enteraron del esfuerzo realizado por el murciano. Se tiró a matar siendo
prendido feamente pero no tuvo consecuencias. Fuerte ovación.
A Ginés Marín técnica no le falta, pero no trasmite porque
da mil pases para firmar dos o tres buenos y porque pretende realizar una
tauromaquia que no es la suya. Talavante solo hay uno. Parece que poco queda de
aquel novillero que nos encandiló con una de Los Maños en esta misma plaza. A
su primero lo recibió con una buena tanda a la verónica, rematada por una media
y una revolera.En el caballo, le dieron dos puyazos en la paletilla. Muy mal
lidiado por su cuadrilla. Brindó la muerte del de Algarra al respetable y se lo
sacó a los medios. Faena centrada en la mano derecha en la cual dijo más bien
poco. Mal al natural. Abusó en ocasiones del pico de la muleta, estuvo fuera de
sitio, se echó el toro muy afuera y dio pases de más. No se tiró a matar, probó
a ver si entraba y a la tercera fue la vencida. El sexto, más anovillado, salió
acalambrado de chiqueros. Fue devuelto. Con el sexto bis, dejó un buen saludo
capotero a la verónica a pies juntos ante un toro que pasaba desentendido. El picador, escuchó una ovación
poco comprensible a nuestro parecer, ya que en el primer encuentro le arreó de
lo lindo y en el segundo le tapó la salida. Buen comienzo con la mano derecha
aunque terminó dando ochenta pases de los cuales solo recordamos dos derechazos
y tres naturales. Se cruzó al natural pero anduvo despegado y por el derecho
además de despegado, ventajista. Pinchazo recibiendo y estocada. Ginés debe de
encontrarse. Había novillero y puede haber torero. Hay tiempo.
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