Con un gran ambiente en los alrededores del Coso de la Misericordia, llegamos y les deseamos suerte a parte de la familia Marcuello, ya que no eramos los únicos que queríamos desearsela . Con algo de retraso rompió el paseillo, tras el cual, la terna fue ovacionada. Una entrada de más de media plaza. Tarde en la cual habíamos depositado grandes esperanzas, al igual que muchos otros paisanos. Novillada con buenas hechuras, cómoda, bien presentada aunque más abiertos de cara quinto y sexto.
Ginés Marín: recibió a "Lorenzo", herrado con el número 48 y de 463 kilos, con una larga cambiada y un recital por verónicas. Salió suelto. Novillo armónico aplaudido de salida, al igual que los tres siguientes. Toro muy noble que desde el principio llevaba el morro por el albero. En el caballo cumplió al igual que sus hermanos, yendo en dos ocasiones al peto y haciendo el péndulo hasta en dos ocasiones en el primer encuentro. Por otro lado, el segundo encuentro fue muy medido, casi un simulacro, ya que el burel no iba precisamente sobrado de fuerzas. Cumplió con creces la cuadrilla, recibiendo una gran ovación el lidiador Javier Ambel. Novillo que pedía todo por abajo. Marín no le bajó todo lo que debiera la muleta. Aún así no estuvo mal. Ovación para el jerezano y otra para un novillo con clase, la cual es discutible.
El cuarto tampoco dejo indiferente a nadie. "Matón" de nombre y precioso de hechuras. 512 kilos pesaba este cárdeno claro marcado a fuego con el 42. Otro que no podía fallar. Ginés se dobló bien en el saludo capotero. Ovacionado fue Agustín Navarro al picar a este cuarto.Gran pelea en varas. Marín lo puso de lejos y el novillo se empleó metiendo la cara y los riñones. Salió al quite Varea por chicuelinas, replicado por Ginés por verónicas, estando mejor el castellonense. En banderillas se desmonteró Javier Ambel. Brindó al respetable. Citó a "Matón" desde los medios y de rodillas. Tiró al final de excesivos desplantes para meterse al público en el bolsillo. Si bien es cierto que dejó tandas para el recuerdo. Asentado, de verdad, pecó de repertorio facilón, truncando así una faena que pudo ser de dos, ante un novillo que pedía distancia y otro tipo de tauromaquia. Tras la estocada, el astado seguía vivo tras el tute que le había dado Marín, dejando un detallazo de bravura arrancandose a un subalterno confiado. ¡Ay!, por poco. Oreja con petición de la segunda. Vuelta al ruedo al novillo.
Varea: En segundo lugar saltó al ruedo un astado de preciosa lámina, recogido de cara y cárdeno de capa. Su nombre "Saltacancelas", su número el 17, su peso 487 kilos. No podía fallar. Y no lo hizo. Para muchos el mejor de la tarde. Varea firmó un saludo capotero por verónicas muy asentadas, rematadas con una media. Empezó con la cara a media altura pero nosotros presagíabamos que corregiría la embestida y así fue. Dos puyazos en los que cumplió. Quitó Valadez. Gran par de Diego Vallador. El de Castellón brindó al respetable, escuchando así una calurosa ovación. Buena faena, aunque aventajado, a un novillo que trasmitía mucho más por el izquierdo. Aún con todo, Varea centró la faena en el derecho y lo que le faltó a la res lo puso él. Oreja de peso, con gran petición de la segunda que denegó el palco de manera adecuada. Ovación para el novillo maño.
"Pastor" número 46, de 497 kilos, fue el quinto de la tarde. Protagonizó una salida espectacular, con el rabo levantado, al igual que hiciera al arrancarse al caballo. Un tanto reservón. Gran pelea en varas, sobre todo la primera. Lastima no verlo una tercera. Importantísimo animal en varas. Intentó rajarse en alguna ocasión pero con lo que había recibido... Aún con todo aguantó. Varea protagonizó un emotivo brindis a José Marcuello, propietario de la ganadería. Novillo duro que estuvo por encima de Jonathan, el cual no ligó al animal. Tras un porrón de intentos de matar,el animal, cayó.
Leo Valadez: "Lindero" de nombre, herrado con el 39 y de 454 kilos fue el tercero. El mexicano Valadez lanceó por verónicas. Dos puyazos, en el primero fue donde más se empleó. Quitó Marín por chicuelinas. Leo calentó a los tendidos protagonizando el segundo terció que resolvió con torería. Toro con un tranco mayor que el resto, trasmitiendo mucho. Novillo inteligente que le buscaba por el derecho, trasmitía tensión a los tendidos. Había que llevarlo tapado y ligado. Por el izquierdo más dócil. Le faltó encontrar el sito, no se cruzó lo suficiente. Para intentar que una faena sin ligazón calase, terminó con unas ajustadas manoletinas. Estoconazo y palmas. Importantísimo el utrero maño, para aquel que no lo viese...
"Tostadino", de 480 kilogramos, herrado con el 25 y de parecidas hechuras a su predecesor. Muy mal picado, llegamos a pensar que un puyazo se lo dio en la cara. Muy enrazado aunque un tanto parado. En banderillas le pidió los papeles a Valadez, al cual le acortó el terreno en un par, de manera espectacular. Se lo pensaba pero cuando se arrancaba iba con codicia, de punta a punta. Tal era su bravura que fue a chocar contra un burladero, por culpa de un banderillero, todo quede dicho, y casi termina allí la faena, quedando todo en un susto. No se dejó ni uno por el derecho, hasta tal punto que propinó una fea voltereta al novillero. Por el izquierdo fue mejor. Un aviso y un descabello para cerrar una intensa tarde.
Concluiremos con lo siguiente. El joven mexicano no estaba ,ni por asomo, rodado para este encuentro. Se podría haber apostado por cualquier otro novillero que ha demostrado más a final de temporada.
Por otro lado, parece ser que Varea no despierta del sueño que vivió hace un año aproximadamente. Es un novillero con posibilidades de ser torero. Su tauromaquia, para su corta experiencia, es muy variada , pero lo de acoplarse al animal lo lleva mal. Si realmente estuviese centrado, torearía de verdad. Esperemos que así sea en un futuro cercano.
Ginés Marín ya nos ha demostrado de lo que es capaz. Disposición, ganas y toreria no le faltan, posiblemente le falte depurarse como torero y mayor repertorio, pero tiempo al tiempo
De todos modos animales por encima de novilleros que por muy rodados que lleguen a final de temporada, sufren ante encierros enrazados.
Finalmente felicitar a Los Maños, los cuales triunfan allá donde van.
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