viernes, 13 de octubre de 2017

¡A la gloria, "Palmero"!

Abría feria la novillada de Los Maños en la que estaban acartelados Jorge Isiegas, Toñete y Ángel Tellez. Novillada muy bien presentada a excepción del terciado tercero.

El nuevo novillero de Aragón, Isiegas, sorteó un lote de triunfo. El primero fue un novillo muy bonito que no iba sobrado y al cual cuidaron en varas. Anduvo sobrado con el capote Jorge que lo recibió a la verónica. La cuadrilla, un desastre, tónica preponderante durante el festejo. Series de menos a más, pero a la faena le faltó coger vuelo, y el novillo era para cortarle las orejas, con gran calidad y profundidad en la embestida. De menos a más. Como los bravos. Bueno por los dos. Pases por abajo, trincherazos y trincherillas, un buen cambio de mano y pases cambiados por la espalda y en redondo. Se pasó de faena Isiegas y le pudieron sonar los tres avisos. Casi la docena de descabellos tras una caída, lo del puntillero, de nota. División de opiniones para Isiegas y ovación para el novillo. Su segundo fue un novillo bravo de verdad, de los importantes, para el recuerdo. Y cuando reina la bravura se nota, y es que en la libreta es con el animal con el que menos tinta se gastó. Isiegas se lo sacó bien a los medios con el capote. F. Javier Sánchez lo picó trasero aunque intentó realizar bien la suerte. "Palmero", se arrancó de largo hasta en tres ocasiones y empujando de verdad. Agradecer a Isiegas que luciese al novillo en el caballo, poniendolo de lejos en el segundo y el tercer encuentro y darle poco en este último. Se desmonteró Raúl Ruíz. Novillo exigente, que desbordó a Isiegas. Humillador y bueno por ambos pitones. Murió con la boca cerrada. Oreja que no molesta y vuelta para un novillo bravísimo, exigente y con calidad. De nuevo, agradecer a Isiegas el lucir a un toro bravo. 


Toñete está muy verde. Ni estuvo ni se le esperó. Su primero, fue un novillo que empujó en el caballo pero Carlos Pérez estuvo fatal y en el segundo encuentro se llevó la vara puesta. En la herida cabía un puño. Tellez quitó por chicuelinas. Toñete demasiado encima, no le sacó ni uno limpio y no se cruzó lo debido. Tomó muchas precauciones. El animal no se pudo apenas ver aunque fue el más exigente del festejo. Media del lado contraria. El precioso quinto lucía en sus costillares el número 10. Ovacionaado de salida. Preciosos. Empujó en su encuentro con el jaco pero salió suelto del segundo encuentro. Toñete no es que no lo luciese es que fue un desastre al ponerlo en suerte. Estuvo pesado y se pasó de faena. Novillo que tenía mucho que torear. Una tendida efectiva. Palmas para ambos. Nos quedamos con la duda de lo que hubiese sido el novillo con una mano firme... Gajes del oficio.


Ángel Tellez tiene mucho gusto, pero torea despegado, eso sí, está puesto. Su primero lucía el número 17 en el lomo, de nombre "Quejoso". El peor presentado del encierro. En su primer puyazó empujó al caballo contra las tablas aunque salió suelto. En el segundo encuentro, se derrumbó contra las moles que usan como caballos y le dieron dos puyazos por uno. Mal Carlos Prieto. Brindó al respetable Tellez. Doblones iniciaales con un novillo que acudía con prontitud y los requería. Supo darle distancia, lo llevó toreado pero le faltó tapar más a un manso encastado que aunque hizo amagos nunca se rajó y embistió con calidad, humillación y recorrrido. Mejor con la derecha, mano sobre la que pivotó casi toda la faena. Un pero, el ventajismo en ambas faenas. Buena ejecución de la suerte, aunque terminó caída y hubo que descabellar. Oreja. El de la jota, otro precioso novillo, fue el más deslucido del festejo. Ángel se empeñó en ponerlo de lejos desde el principio al caballo. Y es que hay que ir viendo la condición de la res y posteriormente, ir a más. El novillo se pudo acalambrar. Novillo tardo y agarrado al piso. Diego Ochoa, en la primera entrada le recitó cuatro lanzazos. Tellez entendió peor a este novillo. Quiso darle distancia como a su primero y el novillo pedía lo contrario. De uno en uno, era imposible. Bajonazo. 


Novillada de nota, con mucho que torear, con matices, calidad y un novillo para el aficionado, un novillo para la historia, un novillo bravo. ¡A la gloria, "Palmero"! 








miércoles, 11 de octubre de 2017

Tarde más que entretenida pero no rotunda

Ayer pudimos ver el presagio de lo que espera hoy y los días 13 y 14 en los tendidos. Alcohol, política entremezclada con esta fiesta tan grande y sobre todo, mala educación. Se pitó a Valadez cuando recibía la alternativa, imaginamos que porque el respetable poco respetuoso, no se enteraba de lo que pasaba. Y oigan, las orejas se piden con los pañuelos, no a voz en grito. Que los mismos que sacaban el moquero silbaban. Tampoco es comprensible ovacionar a un torero antes de lo debido, incluso haber una leve petición de premio, y después no sacarlo ni a saludar. La música mejor que el domingo, no era difícil, pero tampoco estuvo acertada. Y los "Viva España" sobran, y más cuando la gente no te contesta a coro porque estamos cansados de que no haya respeto alguno durante la lidia. No faltó Manolo Escobar ni gritos de "Puigdemont a prisión". Los que coreaban esto último estarían más atentos al móvil que a la faena, pero eso sí, el clínex preparado. 

Dejando de un lado que la seriedad de "El Coso de Pignatelli" esta en peligro, vamos a lo que importa. La corrida que desembarcó Ricardo Gallardo estuvo bien presentada aunque desigual. Falta de fuerzas y descastada en líneas generales. Bueno fue el primero, aunque le faltó un punto de fuerza y el quinto bis, de Lagunajanda, toro exigente y duro, de los que deja en evidencia a cualquiera. Fue estoqueada por Joselito Adame, José Garrido y Leo Valadez que tomaba la alternativa. 

Joselito nos dejó claro que sienta cátedra en casa como ya se vio el domingo. Ya sabemos de donde le viene a Luis David lo de abrir el compás, aunque no se puede afirmar que el alumno haya superado al maestro. Su primero fue un toro rebrincado, falto de fuerzas y manso, que lanzó un buen número de coces. No sabemos que debió verle para brindarlo al público. Media estocada y descabello. Al cuarto bis lo lanceó con gusto de capa. Lo puso al relance en el caballo de Iturralde que no está muy acertado en esta feria y le dio en la paletilla. Quitó Garrido por chicuelinas y una media. Contestó Adame con unas zapopinas mejor ejecutadas que las de su primero. El comienzo de faena, ayudados por alto, una trincherilla y el de pecho. Estuvo ventajista al principio, aunque la primera tanda no fue mala, más templado con la zurda. Al final toreo de cercanías y arrimones. Erró a espadas y se dio una vuelta al ruedo por su cuenta. 

El tercero de la tarde, primero para Garrido, tuvo su interés. En el caballo metió los riñones, cabeceó y echó la cara alta. En el segundo encuentro la bajó y siguió empleándose. José María Amores tropecó y se salvó de la cornada. En un acto de orgullo propio, volvió a parear. Cuatro tandas por el derecho despegadas. Por el izquierdo anduvo más inseguro, el toro presentó complicaciones por ese pitón. Lo mejor, la última tanda con la diestra, en la que se cruzó y se fajó con el toro. Para finalizar bernardinas de perfil muy ajustadas. Estocada trasera y algo baja. Petición minoritaria pero el palco concedió la oreja. El quinto, un inválido, en su lugar saltó al albero el segundo sobrero. Fue bien picado por Oscar Bernal este toro con poder. En el caballo, la entrada era espectacular, luego cabeceba y le dieron. Se desmonteró Antonio Chacón. Empezó en el tercio pero no pudo con él. El toro ya avisó de que sabía lo que se dejaba detrás en las chicuelinas del quite del alternante. Y después del pase de pecho, lo prendió. No hubo faena, pero tuvo mucho mérito el volver a la car del toro con dos cornadas. Debió imponerse al toro y llevarlo mucho más tapado, pero como ya hemos escrito, este toro deja en evidencia a cualquiera. Toro con motor, toro exigente, toro importante. Oreja.

Leo Valadez llegó concienciado a esta cita tan importante para su carrera, ganas no le faltaron. Estuvo mejor que en otras ocasiones y con más gusto,. Aún así, mantenemos que no estaba para tomar la alternativa, aunque llevase unas cuantas novilladas a sus espaldas. Su primero, se empleó en el primer encuentro. Toro noble, de buena condición, al que no se le podía obligar demasiado. Por momentos, no supo mimar al toro y llevarlo a su altura. Rodillas a tierra y se olió el susto. El pitón izquierdo era el del toro. Estuvo mejor por ese. Por el derecho, lo de siempre y lo de todos los toreros. Para terminar, manoletinas, dos de rodillas, y dos pinchazos. Ovación. En su segundo, el cierraplaza, gustó más que en su primero. El toro protestado por la fuerza, poseyó prontitud, pedía distancia y temple. Faena con susto incluido. Una más que destacable segunda tanda por el izquierdo. A partir de ese momento, la faena cogió vuelo. Hubo muletazos sendos por ambos pitones, pero no tandas redondas. Aún así, faena interesante. Medio bajonazo, pero oreja.

Hoy Ponce, Cayetano y Ginés Marín.  


martes, 10 de octubre de 2017

Los de Margé facilitaban el triunfo, los de luces no lo aprovecharon

Acudimos a presenciar la segunda de abono con la que estaban acartelados David Mora, Román y Luis David Adme. El encierro, venido allende de los Pirineos, lució el hierro de Robert Margé. Aunque desigual, bien presentada en líneas generales, a excepción del tercero. El que salió en su lugar no fue mejor. Las posibilidades que brindaban las nobles embestidas de los toros no fueron suficientemente aprovechadas por los espadas.

David Mora al igual que otros diestros, debería pensarse muy seriamente si seguir en el gremio o no. Sus facultades físicas, cuanto menos discutibles y su destoreo siempre presente, no consiguieron el triunfo con el mejor lote de la tarde. A la verónica toreó con gusto, se le coló y se libró de milagro. Román se presentó con ganas de arrasar y salió al quite que se quedó en eso, muchas ganas y muchos enganchones. En el peto, el toro se dejó pegar y metió los riñones y la cara abajo. No iba sobrado el animal. No supo ligarlo, perderle un paso, apretar al animal durante el tiempo que durase. Ventajista y con sus contorsiones, más despegado es difícil. Bajonazo y palmas al toro. El cuarto no peleó en el jaco. Se desmonteró Abrahm Neiro "El Algabeño". En el arrastre hubo palmas para un toro con un buen pitón derecho. El inicio de faena, minimizó sus malas praxis para recuperarlas después. Cayó acertadamente el acero, la ejecución, otro cantar. Oreja que paseó junto a su cuadrilla y el héroe de la tarde, Jesús Miguel Álvarez Catalán. Un gran gesto por parte del diestro, al Cesar lo que es del Cesar.

El segundo de la tarde, correspondiente al lote de Román se empleó en el peto. Quitó Adame por chicuelinas. El valenciano demostró gran quietud en ocasiones. Toreo del bueno al natural pero por ese pitón el recorrido era menor. Dio el medio pecho al citar al animal y al final del muletazo. Lo reprochable fue el ventajismo, notablemente a diestras. Sí el espadazo que le recetó tras los tres pinchazos llega a la primera, oreja con mucho más peso que cualquiera de las otras dos concedidas esa tarde. Vuelta al ruedo. El quinto fue un toro pasador, con mucho recorrido, pero de manso, y con una trasmisión mayor a la de los hermanos. En definitiva, más complicado y Román no lo supo entender ni templar. Iturralde estuvo poco fino y Adame volvió a su turno de quites. Se desmonteraron Raúl Martí y Hazem "El Sirio". Brindó a la cuadrilla y erró a espadas. 

Luis David Adame aburre casi tanto como su hermano, aunque al público le gustó. Íbamos autoconvenciéndonos de que este sería mejor. Nada más lejos de la realidad. El tercero titular saltó al callejón, al lado de la puerta de los corrales, y el mencionado Jesús Miguel, no dudó un segundo, abrio el cerrojo de esa misma puerta y salvó a más de uno. Que sangre fría, que cojones. El sobrero primero era el de El Torreón. Mal hechurado, peor lidiado y desastrosamente picado. Falto de fuerzas y humillación.  Con una muleta XXL, marca de la casa, toreó con ventajas, mejor al natural, pero no decía nada. Pinchazo, atravesada y descabello. Al de la jota, de las cuatro zapopinas que le dio, la tercera fue buena, como bueno fue el tercer par a cargo de Miguel Martín. Citó desde los medios con un pase cambiado por la espalda. Anduvo despegado y el final de los muletazos era más que deficiente. El animal poseyó prontitud, le pedía sitio, un sitio que no le dio un encimista Adame. Una buena estocada que le valió la oreja. 

Para ir terminando, la música no puede sonar siempre y porque sí. Después hemos sabido que cada día cambia la banda y según el criterio del director, hay mayor o menor seriedad. Los "viva España" cansan, sobre todo durante la lidia del animal. Esto último no es ni más ni menos que una falta de respeto. Las reivindicaciones, algo que personalmente no me molesta, al comienzo del festejo y al final. Seriedad señores. 

No es que pidamos mucho a los chavales, es que tienen que hacérselo mirar

En los chiqueros de "La Misericordia" aguardaba un encierro de Adelaida Rodríguez, bien presentados aunque más justo el segundo, y con unas velas por pitones que no daban cabida a dudas sobre su integridad. En comportamiento, el primero fue muy blando, pero aguantó a media altura; el segundo llevaba la cara alta pero duró; al tercero, de buena condición no se le picó; el cuarto sabía lo que se dejaba detrás; y los otros dos mansos. En el caballo nada que destacar. Con la baja de Isiegas, al que deseamos pronta recuperación, el cartel quedaba así: Juanito, Carlos Ochoa y"El Adorueño". A don Antonio Placer, presidente del festejo, se le hizo grande la tarde por momentos. 

Y el problema es que reinó el ventajismo, el pico, las malas formas en casi todos los tercios, a excepción de la capa con la que estaban más puesto. Cierto es que la novillada fue a menos porque los dos últimos fueron dos mansos de libro, y uno se había ilusionado con los tercios de quites anteriores, en los que no perdonaban, pero queda la duda de si lo hacían por ganas de ser toreros o porque alguien les dijo que había que hacerlo. A excepción de estos pasajes, no se les vio en novillero y el Ochoa de Madrid, que nos salvó de una clase de derecho Internacional poco interesante, no apareció por Zaragoza. Apoderados que no saben poner en su sitio al novillero, y que, al igual que Valadez, por mucho que nos quieran hacer pasar por el aro, no están puestos. Su problema no es solo la espada. Después de torear novilladas elegidas en una o dos temporadas y de tomar la alternativa en alguna plaza del tito Simón, pocos son los que entran en los carteles. Por algo será.

Juanito en su primero, aunque ventajista, no empalagó. A  mi juicio no era de oreja, pero el público es soberano y tampoco molesta. Los mejores detalles los dejó con la izquierda y en la contestación a Ochoa con dos ajustadas chicuelinas. Su segundo lo toreó bien a la verónica y con la franela más de lo mismo, abusando del pico a veces, ventajista casi siempre, mejor con la zurda y a espadas un desastre, tanto en ejecución de la suerte como en colocación del acero. Destacar los dos mejores pares de la tarde firmados por Miguel Murillo en el cuarto.

Al primero de Carlos Ochoa fue al que más leña dieron en el peto y con él, se desmonteró Raúl Ruíz. Ya lo hizo en la novillada de Los Maños. Con la muleta, la faena descompuesta y cambiante. Y llegó el quinto interminable. Se entienden las ganas de toro de los chavales, pero aburrió hasta un santo. Se lo olió y se fue a los tendidos donde estaban sus partidarios. Leve petición, entremezclada con pitos.

Ochoa podría aprender de "El Adorueño", que tras intentar ponerse con el sexto, de misma condición claudicante, abrevió. En su primero, que lo brindó al francés, gestor de nuestro coso, nada que destacar. 

Pedir encarecidamente que no engañen a los novilleros, que deben ser el futuro de la fiesta, pero con estos valores es difícil. Oír la verdad a tiempo, es necesario. 

jueves, 28 de septiembre de 2017

Festival Taurino Albalate del Arzobispo. Ganadería Los Maños

El pasado domingo 24 de septiembre se lidió en la bonita localidad turolense de Albalate del Arzobispo un precioso encierro de la ganadería Los Maños. Muy bien presentado y de excelente juego. Segundo y quinto fueron premiados con la vuelta al ruedo. Ovacionados fuertemente en el arrastre los otros cuatro.

- Uceda Leal: Oreja y oreja
- Sánchez Vara: Dos orejas y dos orejas
- Sedano Vázquez: Ovación y oreja














































lunes, 18 de septiembre de 2017

Sobre la IX Feria de Novilladas Picadas Villa de Andorra


Con mucho retraso se presentaron los carteles de esta IX feria de Novilladas Picadas Villa de Andorra. Carteles poco rematados pero con alicientes ganaderos. 


El día 9, día del patrón, se enchiqueró un encierro muy desigual en cuanto a hechuras que lucía el hierro de D. Tomás Prieto de la Cal. Una escalera. Desde el feo “eral” que abrió plaza hasta el basto sexto que cerró el encierro. El segundo, con un pitón tocado como así reconoció el ganadero. Tampoco entró en la novillada un utrero que en principio iba reseñado… un número 45, precioso y fuerte. El ganadero afirmó que lo mataron en el campo. Algún medio cercano al mismo, que se quedó ciego. A ver si nos ponemos de acuerdo entre los amigos. Pedir explicaciones, pérdida de tiempo.

La terna, poco toreada; por no decir nada, pasó por Andorra con más pena que gloria.

Alfredo Bernabeu, muy simpático en el trato personal, reconoció llevar seis años sin matar una novillada. No supo sacarle todo el partido a sus respectivos novillos, que de buenos tuvieron poco, pero se dejaron. Su segundo novillo, cuarto de la tarde fue a la postre el mejor presentado del encierro. Sus sosas y nobles embestidas permitieron que, aunque la faena no fuese rotunda ni ligada, se vieran muletazos sueltos. Esto le permitió dar una vuelta al ruedo más que generosa.

Tras la novillada, Don Tomás Prieto de la Cal, afirmaba que José Antonio Lavado fue el que más disposición mostró, y es innegable, pero no tiene ni la menor idea de torear. Estuvo despegado, echándose el toro hacia afuera, fuera de cacho y de aceros mejor ni hablamos. Realmente, ninguno de los acartelados estuvo acertado a espadas.

Álvaro García venía de triunfar en su San Sebastián de los Reyes. Debió ser ahí dónde se quedaron sus ganas y su toreo. Con miedo, despegado, inquieto... una tarde para olvidar. El público lo despidió con una fuerte pitada, algo inusual en nuestra plaza.

En cuanto al juego de los utreros se refiere, no fue lo que se esperaba de un hierro como este, pero el encierro se dejó en líneas generales y los alternantes no aprovecharon sus sosas y pobres embestidas aunque sin malicia alguna. La nota discordante pudo ser el tercero que contó con un más que potable pitón izquierdo. Este animal, acudió a la jurisdicción del varilarguero hasta en cuatro ocasiones, sin realizar pelea alguna y saliendo suelto del primer encuentro. Fue muy bien picado por Simao Pedro Almeida Galvao premiado justamente como el mejor picador de la feria. Los del castoreño, a excepción del primero, quisieron hacer las cosas bien y también destacó José Vicente “El Navarro”.
No cabe duda que la lluvia y el viento deslució la tarde, pero los novilleros carecían de disposición y hambre de toro. Pero vamos, que toro tampoco hubo. Para olvidar.

El día 10 se sorteó un parejo y precioso encierro de Hoyo de la Gitana. Bonito, bien comido y rematado. Cómodo por delante. Fue lidiado por Jorge Cordones, acartelado en más de una ocasión en nuestro coso, aunque era la primera vez que hacía el paseíllo; Ígor Pereira y Maxime Solera.

Jorge Cordones no estuvo acertado en su primera aparición en Andorra. Por no estarlo, ni en el traje de luces que portaba. En primer lugar, lidió un bonito novillo que realizó una gran pelea en varas derribando en el primer encuentro. El segundo, una masacre. Quitó Ígor Pereira que realizó el único quite de la feria. Y luego quieren ser toreros… Brindó Cordones a la empresa. Sus motivos tendrá. Suponemos, cosas de despacho. El novillo se paró en la muleta y Cordones no quiso complicarse. Generosa ovación tras leve petición y pitos al palco. El cuarto de la tarde, cárdeno de capa, no iba sobrado de fuerza. Le dieron cuatro puyazos en dos encuentros, vergonzoso. El animal sangraba por todos lados, una carnicería. Poseía este animal una embestida humillada pero corta. Cordones no lo quiso ver y lo pasaportó con un bajonazo criminal. Pitos.

Igor Pereira fue presentado como novillero-banderillero curtido en “El Valle del Terror”. El terror vino al verlo banderillear a su segundo. En su primero ni lo intentó.

A  la verónica rematada por una revolera, recibió a su primero. Lo puso demasiado largo en el primer encuentro, como largo fue el tiempo que estuvo bajo el peto. Empujó y se enceló. El picador le tapó la salida, algo que se iría repitiendo a lo largo de la tarde. En el segundo también se dejó pegar. La cuadrilla como casi todas, un desastre. Brindó al público un novillo tardo, pero de buena condición por ambos pitones. Faena centrada en el pitón derecho. Al cuadrarse para matar, estuvo siempre fuera de la suerte. Cuatro pinchazos y una media atravesada. Ovación al novillero y palmas al novillo. Buen utrero, que no de premio. 

Al quinto le recetaron un puyazo trasero, rectificado por uno caído, tapándole la salida. Una lidia nefasta y capotazos innecesarios. Con los garapullos, este chico se lo tiene que hacer mirar, cuatro o cinco pasadas para dejar tan sólo tres palos y el palco decidiese cambiar el tercio. Un circo. Sonaba la música, el público loco y Pereira, bailoteó más que pareó. Con todo lo que llevaba encima, el animal se acostó. De aburrimiento creemos. Del animal destacó la prontitud respecto a sus hermanos. Igor no se cruzó, estuvo al hilo y toreó con el pico en todo momento. Para terminar, manoletinas perfileras que no conducían a ningún lado. Tras pinchazo, estocada honda. Vuelta al ruedo más que generosa.

En tercer lugar saltó al ruedo un precioso novillo, lucero, calcetero, coliblanco, bragado meano; una pintura. Salió muy descoordinado y apareció el pañuelo verde. Tras intentar fallidamente devolverlo o apuntillarlo por las cuadrillas, Maxíme Solera en un gesto que hay que agradecer, lo pasaportó. En su lugar, corrió turno y salió el que iba a hacer sexto, que remató en un burladero y se pudo lastimar de los cuartos traseros. No iba sobrado el animal y entró una sola vez al caballo. Se volvió a repetir el cambio de tercio con tres palos solamente. El francés apostó y puso ganas y técnica. Se cruzó con verdad, construyó la faena a base de tandas cortas y alargar dentro de lo posible, la embestida del utrero. Por el izquierdo, fueron más deslucidos los pases. Pinchó en lo alto, rajó el costillar del animal y mató de estocada tendida. Así perdió el primer trofeo.

El de la jota, no era el sobrero titular, errores de corrales que provocaron una acalorada discusión entre ganadero y empresa. El picador se lució, movió el caballo con habilidad y el novillo fue puesto en suerte como es debido. La única pega, que los puyazos cayeron traseros. La música, como de costumbre, empezó a sonar poco después de armar los trastos y Maxime pidió silencio. Faena basada en la mano derecha con la que por momentos toreó al ralentí. Peor con la izquierda. Un buen cambio de mano, dos muletazos en redondo por la espalda y un molinete para calentar al público cerraron la obra. Erró con los aceros lo que le privó de cortar el doble trofeo. Sumó una oreja que no molesta. Maxime se alzó con justicia como novillero triunfador de la feria.

En líneas generales y como en ediciones anteriores, la presidencia estuvo poco atenta. Los avisos fueron discutibles en alguna ocasión. El presidente cambió con dos y tres palos los tercios; y que no se engañen, la culpa no era del estado del piso porque los profesionales decidieron seguir. Hablamos del primer día. Todo quedó claro cuando al día siguiente se dio la misma situación. ¿El estado del ruedo? , no creo. Ya nos lo decían, “Para saber de toros, hay que saberse el reglamento.”

Se estrenaba asesor taurino, quien el primer día decidió abandonar el palco y ver la mitad de la novillada con el ganadero D. Tomás Prieto de la Cal, no pasa nada; como dice alguno, “total es Andorra”.

Y así termina una feria de resultados pobres, con una oreja concedida bajo la bocina. Ya sabemos que el hombre dispone, dios propone y el toro lo descompone pero cuando el primero no confía en lo dispuesto, difícilmente puede funcionar una feria. Y cierto es que a toro pasado todos somos toreros, pero una feria creada a base de novilleros contratados en capeas y tentaderos como el propio empresario reconocía, no puede salir bien.

Este es el triste resultado, el más triste de toda la historia de la Feria de Novilladas Picadas de la Villa de Andorra. Esperemos que al año que viene se hagan mejor las cosas por parte de todos. ¿Peor? Será difícil.


Víctor Sáez y Javier Monzón

Maxime Solera, novillero triunfador

Simao Pedro Almeida, mejor picador de la feria.