jueves, 20 de octubre de 2016

¡Y sigue la dejadez de Simón Casas!

Un año más, Simón Casas volvió a presentar los carteles muy tarde. Eso sí, no faltó un video promocional en el que impera la estética, el arte y según algunos, la pureza. La puedo ver reflejada en el trabajo del fotógrafo pero en alguno de los diestros que lo protagonizan, brilla por su ausencia. Para seguir, las entradas salieron a la venta con poco más de una semana de antelación. Este año se opto por una cola conjunta sin separar festejos de muerte y populares creándose grandes esperas. Los horarios poco flexibles no ayudan. (Un consejo, al año que viene telefonazo, se reservan las entradas y cuando quieran pasan a recogerlas que los días de feria las taquillas no cierran y si van antes no se tendrán que comer toda la cola como me tocó hacer a mí). Por último, la Diputación de Zaragoza debería, de igual modo que lo hizo con las dos siguientes filas a la 9 en los tendidos, reducir los precios en las filas , 3 y 4 de grada o avisar de su inexistente visibilidad. Allí no se cabe y esta fue mi panorámica el día 15, pero es lo que quedaba.


Volviendo al tema de los festejos populares, son el maquillador que le permite a Casas inflar los números. No olvidemos que el Coso de La Misericordia acoge la feria más importante de festejos populares, en la cual, cada vez se cuidan menos los detalles por parte de la empresa Toropasión, aunque este año ha mejorado respecto al anterior. De todos modos, se presenten los carteles que se presenten ,es fábrica de hacer dinero. Del mismo modo es una fábrica de hacer dinero los carteles con las figuras. Ni un solo cartel rematado. Ni una pizca de rivalidad se ha podido apreciar en unos carteles preparados para la búsqueda del triunfalismo y llenar la plaza de público con ganas de fiesta.

Llegamos al papel de la presidencia. La presidenta que presidió la novillada de El Cahoso, que estuvo remendada con dos de Los Chospes, debutaba en la plaza y no conocía la categoría de este coso. Pobrecilla. Se sucedieron las malas prácticas y  abusos de las cuadrillas, se regalaron orejas y por toriles salieron unos animalillos más que justos de presentación. El presidente de la novillada de Los Maños cambió con un solo puyazo el tercio en el sexto novillo. No faltó la bronca correspondiente. El 11 toreaba López Simón. Presidía el festejo el mismo presidente que con buen criterio denegó la segunda oreja para Padilla, pero aquel día, víspera del la festividad de la Hispanidad, estaba generosísimo para algunos. Le regaló una oreja al madrileño y se sacó de la manga una vuelta al ruedo a un "juanpedro" que ni por asomo merecía tal premio. Y es que no sirve para nada autoengañarse o intentar engañar a los demás. Si tan bueno hubiese sido, se hubiese llevado el galardón al toro de la feria, aunque siendo sinceros, el de Cuvillo era una monjita. Me quedo con un toro de La Quinta, lidiado en quinto lugar.

Vamos con las ganaderías. En general encierros desiguales con algunos astados indignos para esta plaza. Gran limpieza de cercados en líneas generales. Ni un solo encierro igualado. La falta de remate fue la tónica predominante y con las figuras, lo fue la falta de todo.

 De juego variado como sus pelajes, se merece repetir el hierro de La Quinta en  2017. Los de Victoriano del Río también se ganaron un puesto para la siguiente temporada. Aunque de desigual presentación, había toros de Bilbao. Cierto es que pasaron desapercibidos en una tarde con mala entrada. Es lo que tiene ningunear y menospreciar el día grande de las fiestas. Un cartel sin alicientes al que los aficionados no respondieron.

Así se han resuelto los premios:

-XXV Trofeo de la Diputación de Zaragoza al Triunfador de la Feria, a Alejandro Talavante por su actuación el 15 de octubre en la que cortó una oreja a cada toro de Cuvillo.

-X Trofeo Diputación de Zaragoza a la mejor faena, a Enrique Ponce por la realizada al cuarto toro de Juan Pedro Domecq la tarde del día 11 de octubre.

-XLVIII Trofeo de la peña femenina La Madroñera al mejor toro de la Feria, a «Rescoldito», de Núñez del Cuvillo, lidiado por Juan José Padilla el 15 de octubre. (un toro con una nobleza y clase muy buenas pero en el caballo muy malo. Me quedo con "Camarero" nº 58 o desierto)

-XVI Trofeo de la peña Mari Paz Vega a la corrida mejor presentada, Núñez del Cuvillo. (debiera estar desierto)

-XXXIV Trofeo de la Diputación de Zaragoza al Valor, a Juan José Padilla.

-XXXVI Trofeo de la Diputación de Zaragoza a la mejor estocada, a Juan José Padilla. ( más que discutible, aunque no recuerdo ninguna estocada para el recuerdo)

-XXXVI Trofeo de la Diputación de Zaragoza, al mejor puyazo, a Juan de Dios Quinta, de la cuadrilla de El Fandi, por su actuación el día 12 de octubre.

-XLI Trofeo Sastrería Taurina Roquetas al mejor par de banderillas, a Curro Javier, que actuó el 14 de octubre en la cuadrilla de Miguel Ángel Perera.

Un aprobado justo para esta feria, aunque imagino que sobresaliente bajo el criterio. Por último, destacar estas declaraciones :
 
Cómo se puede tener la desfachatez de decir esto. Es el único medio que ha dicho, y no en todas las ocasiones, las cosas como son. A Simón Casas se le llena la boca hablando de libertad, pero el que no comulga con él, está en el punto de mira. Es innovador, incluso demasiado, ya que hay pilares fundamentales inamovibles que él se replantea y pretende dar un giro. Lo que de verdad hace falta es volver a la pureza. Tras una fachada de progre se esconde un trasfondo autoritario y un manipulador que intenta imponer su opinión con su labia apasionada y al que no se deja engañar le intenta increpar. En ocasiones lo consigue, véase en Nimes o en Valencia con los aficionados que desplegaron pancartas en señal de protesta en contra de sus prácticas. Reconozcamos que los antitaurinos están dentro, siendo el señor Casas uno de ellos.

En resumen un empresario indigno de esta plaza, que haga lo que haga, gana dinero y le sale bien. Quiero pensar que con Madrid se portará como se merece.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Zaragoza se convierte en un circo de pueblo.

Tarde de "no hay billetes" la del día 15. Tarde de palmeros, de ríos de Gin-Tonic, Whisky y Ron. Tarde de niñas monas que alegran la vista y mardanos pasados de copas que solo desean el triunfalismo. Lo que más me duele es ver como algún aficionado se replantea si esto es lo que necesita realmente la fiesta. No señores, me niego a llenar las plazas de público y no aficionados. El publico debe ser educado y debe tener unas nociones mínimas. Se puede ir a los toros sin saber nada pero hay que aprender y no quedarse anclados en la tradición de ir porque es muy "chuli". Respeto a todo el mundo y el ochenta porciento de los allí presentes no sabían ni como se llamaban los trastos. Llegué a escuchar la palabra "lanza" refiriéndose a la vara de picar o el "capote rojo" haciendo alusión a la muleta. No deseo que estas personas dejen de asistir a los toros ni mucho menos, pero si que se informen algo más y sueño con que los toros vuelvan a ser un tema de masas como el futbol y que esté presente en las barras de los bares pero eso será pedir demasiado. Cierto es que estos son los carteles que le interesan a Casas, el primer día estábamos cuatro pelagatos que no hacían más que quejarse y protestar.

Dejando este tema de lado, que no olvidado, comencemos con lo meramente taurino. Rompió el paseíllo con algo de retraso como es algo habitual ya en Zaragoza en las tardes de expectación. En líneas generales, el trapío de los toros fue justo, en ocasiones anovillados y siempre cómodos. Incomprensible que se llevase el premio a la corrida mejor presentada. Por último, no comprendemos por qué algunos utilizaron palos con otros colores diferentes a los de la bandera de a Comunidad cuando el reglamento aragonés indica que tan solo los matadores pueden utilizar palos adornados de diferente modo.

 En el primer toro, se fue Padilla a las tablas en busca del micrófono de Canal Plus e hizo las pertinentes declaraciones, se fue portagayola, se santiguo hasta en tres ocasiones y se abrió la puerta de toriles. El toro se le quedó parado y le propinó un fuerte golpe en el parche del ojo que, por desgracia perdió en este mismo coso. El subalterno no paró de darle trapazos por arriba, al igual que Morante, que lo quiso hacer malo. El toro fue manso en los dos puyazos. El de la Puebla del Río no quiso saber nada del toro. Estuvo despegado, ventajista y ovació los muletazos. Tras pinchazo, media estocada. El tercero que le correspondía a Morante, muy blando de remos y falto de fuerzas, fue protestado y devuelto. En su lugar, salió un garcigrande. Al igual que al titular, no le bajó las manos en ningún momento. En el primer puyazo, el toro empuja muy bien. Morante decide que lo asesinen. En el segundo encuentro hasta cuatro puyazos, una masacre. En este encuentro el toro lo hizo algo peor. Buen par de Fernando Sánchez, al igual que en quinto. Morante le dio dos trapazos y tras tres pinchazos y una estocada corta, una pitada monumental. En resumen, nos quedamos sin ver a un toro, a priori interesante y sin ver torear al artista. Una falta de respeto hacia el que paga su entrada.


Su tercer toro, fue un toro muy bonito, con hechuras de embestir.  La faena fue otra historia. Lo recibió soltando una mano como hiciese Rafael el Gallo, momento en el que se paró el tiempo. Siguió por verónicas y remató con una media. Toreo del bueno. Los pitos fueron olvidados. Me quedo con el capote, ya que en la muleta, aunque anduvo con esa naturalidad innata que posee, estuvo ventajista y pecó en exceso del pico, pero como todos. Lo colocó bien en el primer encuentro, estando bien el varilarguero. Quitó Talavante por verónicas, rematadas con una media y un delantal, a lo que replicó Morante por chicuelinas y una media incomparables. Hay que decir que no era toro para que quitase Talavante. Estuvo fatal "Liti" con los palos. Comenzó con una tanda de estatuarios y un remate por abajo. Las tres primeras tandas se centraron en la mano derecha y estuvieron siempre rematadas por abajo. Un buen molinete y un cambio de mano a la izquierda. Debió buscar el pitón contrario en esta última tanda con la zurda. Antes de matar, se terminó de meter en el bolsillo a aquellos que le habíamos pitado con trincherillas, pases por abajo y un estatuario. Bajonazo criminal y oreja que no pidió la mayoría, más que discutible. 



El segundo de la tarde fue recibido por Alejandro por verónicas y una media a pies juntos. El primer puyazo de Manuel Cid fue muy bueno, el segundo trasero y un simulacro. Se echó el capote a la espalda y remató el quite por saltilleras con una revolera, pero ni uno sin que le tocase el astado el capote. Julio López estuvo digno y Manuel Larios estuvo mal. Lo citó desde los medios y comienza la faena al natural. Al igual que en su segundo, peca en ocasiones del pico, suele estar despegado y ventajista, pero que mano izquierda tiene este torero. A la tercera tanda, da una por la derecha y tras un buen cambio de mano vuelve a la zurda. No faltaron los molinetes y trincherillas. Cambia la espada y unas manoletinas para caldear a los allí presentes, de por sí calientes a base de cubatas en líneas generales. Bien ejecutados los tiempos con la muleta en la suerte suprema pero bajonazo. Una oreja para su esportón y palmas para un mal toro. En el cuarto firmó un vistoso saludo capotero. El toro era un manso de libro y no dábamos un duro por él. Julio López estuvo lamentable. Brindó al público y aguantó a un toro sin nada que ofrecer. Lo llevó tapado y lo toreó a media altura. Su faena volvió a centrarse en la torería y en los naturales. Comenzó su faena en los medios con una vistosa arrucina. Caldeó al respetable con pases cambiados por la espalda, así como otra arrucina, trincherillas y adornos varios. Media estocada, el toro tarda en doblegarse, suena un aviso y se le concede una oreja, aunque buena parte del publico pide la segunda que, con buen criterio, no concede la presidencia.



Lo gordo estaba por llegar. Tras la muerte del quinto, Juan José Padilla salió de la enfermería. La gente enloqueció y jaleaba al "héroe". Los "illa, illa, illa, Padilla maravilla" se sucedían. El "Ciclón de Jerez" le dio tres largas cambiadas, al que a la postre fuese el mejor del encierro, y según algunos, el mejor de la feria, el cual derrochaba clase y poseía un tranco que desaprovechó el diestro. Verónicas, una media y una revolera. Chicuelinas al paso para llevar al toro al encuentro con el jaco. Muy justo en lo que a técnica se refiere con el capote. Espectáculo en banderillas, destacando el buen tercer par al violín. Se puso de rodillas para comenzar y remató esa tanda con un molinete y un pase de pecho. Estuvo en todo momento despegado, fuera de cacho, abusando del pico de la muleta por ambos pitones y nunca le bajó la mano. Molinete de rodillas y hasta cuatro desplantes antes de firmar una estocada tendida y trasera. Los gritos y los pañuelos inundaron la plaza. Cuando la Romareda suene como la Misericordia este día, el Real Zaragoza ascenderá a primera división. Espectáculo bochornoso. Unas filas más adelante un grupo de jóvenes pasados de copas, gritaban "alcaldía para Padilla" con el brazo derecho levantado al frente, prefiero no pensar mal... El palco aguantó y solo concedió una oreja. Pitada para un presidente firme en esta tarde pero que por ejempló, regaló una oreja a López Simón. Padilla se recreó, dio dos vueltas al ruedo, besó el albero, paseó la bandera española que le lanzaron, en fin lo de siempre.



Tarde entretenida pero que da, y mucho que pensar, sobre el momento que atraviesa la fiesta.

lunes, 17 de octubre de 2016

Corrida más que interesante de La Quinta

Tras alguna que otra corrida interesante como las de Gijón o un toro en Albacete, se podía apreciar entre los aficionados la expectación por ver los Buendía de Álvaro Martínez Conradi. Desigual de presentación, destacando el primero por ser un tacazo, quinto y tercero por su bonito pelaje aunque era menos. Cuarto y sexto más anovillados. El segundo sin mucha historia. El cartel se podría haber rematado solo con aragoneses. Rafaelillo sobraba en este cartel.



El primero, de nombre Buenasnoches, marcado con el 68, cárdeno claro, fue ovacionado de salida. Más era para ovacionar el quinto pero ya decimos que la plaza está un poco rara. Metió bien la cara aunque parado de salida. Rafaelillo como ratonero que es, vio que el astado podía dar complicaciones, e intentó ponerse a la defensiva como si de una alimaña se tratase. Agustín Collado estuvo paupérrimo, dando dos puyazos traseros fuertes. Del primero salió muy suelto. José Mora estuvo bien con los palos. El cárdeno se vino arriba en el segundo tercio, después de lo que había recibido. El toro labraba el albero y fue encastado en la muleta. Rafaelillo estuvo fatal, la mano izquierda como si no la tuviese siendo que el mejor pitón era el izquierdo, vaciaba los muletazos, con la pierna escondida y pecando del abuso del pico de la muleta. Mala estocada y tres descabellos. División de opiniones. Su segundo, Favorito y marcado con el 93, ha sido un toro muy importante. En el saludo capotero estuvo mejor, aunque no era muy difícil. En el caballo le faltó clase, pero peleó en varas. Un toro que se fue sin torear. Se ventiló al toro con un bajonazo criminal de mete y saca. Ovación para el toro y división de opiniones para el murciano. No se si nos cabreó más el día anterior el diestro francés o Rafaelillo. 



Ricardo Torres estuvo muy torero a la verónica ante el segundo de la tarde, Bailaor número 4. Un toro sospechoso de pitones, el único. Fue de manso al caballo. Salió Álvarez a firmar ese poco visto pero vistoso y famoso quite de Joselito en la goyesca del 96, la gallosina. Marco Leal dejó un buen par. Brindis del diestro al respetable. Se orienta y Ricardo que ha toreado poco, no le dio ni una tanda. Bajonazo. Pitada monumental. Un toro con su chispa. Su segundo, de nombre Camarero número 58 fue un toro de los que enamoran. Fue el mejor en el peto, un toro bravo de verdad.  El picador estuvo mal, el toro fue bien al caballo y peleó con verdad. Toro con clase al tomar el muletazo, pero bronco en la salida y con complicaciones. Decir que en otras manos igual se hubiese visto mejor. Había que perderle un paso. Buena estocada. Ovación para el astado y silenciado un Ricardo Torres que para nada recordó al del verano en Las Ventas. Toro muy importante. Bravo.





Cerraba cartel Alberto Álvarez. Esta temporada ha toreado bastante y vino con ganas pero no estuvo bien del todo. En su primero, herrado con el 91 y de nombre Buenasnoches al igual que su hermano lidiado en primer lugar, se lució con el capote. El toro peleó mejor en el primero de los dos encuentros. El toro no rompió y fue a menos. Mayor recorrido por el izquierdo. Álvarez se cruzó pero estuvo muy despegado. Comenzó por la espalda y terminó con manoletinas. Estocada, parecía que estaba muerto, para descabellar se confía Álvarez y le prendió sin más consecuencia que una herida en la ceja. Tres descabellos. Ovación para Alberto. El sexto, Fontanero de nombre y con el 106 en los costillares estuvo muy justo de presentación. Al igual que a su primero, le dio dos largas cambiadas. "El Patillas" estuvo bien  y escuchó una ovación. En el primer puyazo va alegre y empuja bien pero al final pega al estribo. En su segundo se repuchó. David Blázquez se lució en el segundo tercio. Brindó el aragonés a los empresarios y se escuchó una fuerte pitada por parte de los aficionados más exigentes. Alberto, muy despegado, debía torear en redondo y llevarlo tapado por la mansedumbre del animal. Pinchazo, estocada y un sin fin de descabellos. Tras el primer descabello salimos de la plaza.





La Quinta trajo una corrida muy interesante, la presentación algo reprochable y la terna por debajo. Fue una tarde entre amigos aficionados que no dejó indiferente a nadie.


miércoles, 12 de octubre de 2016

Los Maños, por debajo de lo esperado en Zaragoza

En primer lugar, dejar claro que al que se le quiere y a los ganaderos con reductos de casta, es a los que más debemos exigirles ya que sin ellos, el barco se hunde. También es sabido que somos de Los Maños pero las cosas como son. Ni fue tan mala ni tan buena. Pero eso, muchas veces es lo peor. Que me digan quien no se acuerda de la corrida de Saltillo de San Isidro. Mala, sí. Pero a nadie se le olvida. De acuerdo con las palabras de algunos aficionados al término de la novillada, que todas las malas sean como esta.  Por ahí se lee de todo.  El problema de este año, es que ha habido una novillada de sobresaliente en Bayona y otra en Cella y esta de Zaragoza ha sabido a poco. Si el porcentaje de novillos encastados hubiese estado más repartido, todo el mundo hablaría de temporadón. Por último, o el público de Zaragoza está irreconocible o no tenemos ni idea de toros.

Novillada algo desigual, pero bien presentada. De la terna destacar la torería, así como el ventajismo de Pablo Aguado, la disposición y verdad del zaragozano Jorge Isiegas y de Adrien Salenc, por el momento no vamos a decir nada...

Aguado está para tomar la alternativa. Va sobrado de capa y tiene que pulir algo la muleta, pero tiene formas de torero artista. Su primero, de nombre Fandanguero, número 27, hermano de un novillo encastado y con poder lidiado en Andorra en 2015 no compartió esa fiereza. Este toro, teniendo una cara parecida, tenía una expresión de noblote. Y no engañaba la expresión del animal. Falto de fuerzas. Fue noble y tuvo mucha calidad en su embestida pero sin terminar de humillar. Pablo dio un recital con el capote. Dos puyazos, el primero medido y el segundo un simulacro.  Isiegas se echó el capote a la espalda y terminó el quite con una revolera. Replicló Aguado y el novillo fue al suelo. Brindó al público. Faena sin trasmisión. Estocada trasera, puntillero no acierta y se levanta el utrero. Descabello y aviso. Ovación incomprensible para el novillo, al igual que para Aguado. 
En su segundo, Secretario de nombre, y por casualidad, herrado con el mismo número que el hermano que ganó la Corrida Concurso de San Jorge en 2015 fue a nuestro parecer el peor del encierro. Fue de lejos al encuentro con el jaco y metiendo la cara, pero salió suelto. "Azuquita", tras un buen par, resbaló y el utrero, hizo por él. El de plata pasó a la enfermería. El animal fue manso, bramando, soso y quería tablas. Faena sin trasmisión. Por debajo Aguado. Estocada tendida y trasera.




Por su parte, el zaragozano afincado en Madrid, que traía en el esportón tan solo dos tardes, lo dio todo. Su primero, Quejoso de nombre, escuchó palmas de salida. En el peto empujó sólo con el izquierdo, pitón por el cual se orienta. Bien estuvo con los palos Lucas Benitez. El trasteo con la franela, basada en la verdad. El joven novillero buscando siempre el pitón contrario. Estocada muy caída la cual perdonamos debido a su escaso rodaje. Aplaudimos al presidente al mantenerse firme y no conceder la oreja. 
Pensábamos que el chaval iba a ser todo ganas y disposición pero que con un toro noble no sabría que hacer. Muy engañados estábamos. Nos demostró lo contrario con su segundo, con un nombre emblemático en esta casa, Piedrabonito. Lucía en los costillares el número 36. Preciosso y astillado de pitones tras rematar en los burladeros. En el caballo muy bronco, pero le dieron. Aunque a toro pasado, un par vistoso dejó Casanova. Brindó el novillo al matador Alberto Aguilar. Un novillo que a priori no duraría, lo consiguió entender, aguantar, y torear con mucha verdad. Toreó mucho más reposado ante este quinto. El novillo se dejó por los dos pitones. El chaval le dio unos naturales y unos molinetes, y plaza se rindió a sus pies. Media estocada y oreja algo excesiva. De todos modos, a este chaval hay que tenerlo en cuenta. Ovación para el utrero maño.




El francés Adrien Salenc estuvo mal no, lo siguiente. Sabemos de buena mano que el de la pluma no debe cebarse con los chavales, pero cuando se está tan mal, no se puede evitar. Mucho ha de mejorar el galo o replantearse esto seriamente. Igual que en los otros dos compañeros existen asperezas por pulir, este "zagal" como diríamos aquí, está muy verde. Estuvo despegado, no llevó toreados a los uteros, vació los muletazos hacia fuera y no llevó tapado al sexto que, aún siendo mansito, tenía su faena. Su primero, de nombre Tostadino, número 58, de hechuras más bastas, recordando más a la rama Pablo Mayoral, se quedó sin ver. En el primer puyazo solo empujó con un pitón, pero en su segundo protagonizó la mejor pelea de la tarde. Faltó una tercera entrada para ver si iba a más. El varilarguero, al igual que sus compañeros, exceptuando al sexto, muy mal. Buen par de Manolo de los Reyes. El novillo tenía teclas que tocar y Salenc parecía un obrero con sus dedos rechonchos y agrietados por su trabajo ante la finura de las teclas de marfil de un piano de cola. El utrero le pedía distancia, sacarlo a los medios y llevarlo tapado. Eso si, debemos reconocer que la estocada cayó en su sitio. Lo mejor que hizo en toda la tarde. División de opiniones para un toro encastado e interesante.
 El de la jota, era un tío. Cornipaso, asaltillado, cárdeno claro. Beduino de nombre y herrado con el número 15, fue picado una sola vez. Se arrancó una segunda sin estar colocado, en la que el subalterno estaría pensando en marcharse para casita y no lo cortó. Aplausos para el picador que no echó la vara. El presidente cambió el tercio con un puyazo en una plaza de primera. Escuchó una buena bronca. Fue un animal con clase en la embestida, pero acabó rajadito. Tuvo 60 muletazos para llevarse las orejas. Salenc tardó en verlo 50 y toreó despegado. Lo peor de todo es que salía del muletazo gustándose. Igual lo que le falta a Salenc es que alguien le diga la verdad. Descabello tras unos cuantos pinchazos. División de opiniones.




Desde nuestro punto de vista a la novillada le faltó poder, ya que la mayoría de utreros tuvieron buena condición. Por tanto, tarde por debajo de lo que nos tiene acostumbrada la familia Marcuello. Igual el problema es que estamos mal acostumbrados porque es difícil encontrar ganaderías con esta regularidad. Como decíamos al principio, que la peor sea como esta. Suerte para la siguiente temporada ganaderos. Y ojalá nos veamos en Las Ventas. Sería un sueño, para todos. 



martes, 4 de octubre de 2016

Detalles de Curro Díaz en nuestra primera vez en Las Ventas

Visitamos el templo, la Meca del toreo, fuimos por vez primera a Las Ventas. Todo fue casual y tomamos la decisión en el último momento. Fuimos de visita a Madrid pero sin intención de ir a los toros. Parecíamos Paco Martínez Soria en "La Ciudad no es para mí" al pasear por la calle Alcalá y Gran Vía. Nos enamoramos de la ciudad. De igual manera lo hicimos con Las Ventas.
Con los ojos como platos íbamos mirando todo, atendiendo a cualquier detalle por pequeño que fuese, apreciando la riqueza artística y arquitectónica de esta maravillosa plaza.

A las 17:30 y con irreprochable puntualidad, rompió el paseillo. En chiqueros una corrida de El Puerto de San Lorenzo desigual y con toros fuera de tipo. Algún que otro toro hubiese pasado por un buey de "Florito" si le hubiesen dado pintura blanca con una brocha. Fue una corrida mansa hasta los topes y falta de fuerzas en ocasiones, pero transmitió emoción ya que algunos toros desarrollaron sentido, sobre todo, primero, tercero y cuarto; siendo el quinto el más parado y emplazado; y el sexto el menos malo.

De las cuadrillas mejor ni hablamos. Los picadores fatal, muchos toros fueron picados por ambos varilargueros. Con la brega, en muchos casos, parecía más una capea que una corrida seria. No se colocó bien a los toros la mayoría de las ocasiones, no se cortaba a tiempo a los toros, los peones corrían delante del toro cual recortador y los capotes volaban. Los subalternos no fueron al quite en la mayoría de veces, como tampoco fue Jeremy Banti. El sobresaliente francés fue a cobrar y a pasar la tarde. También faltaron quites ,aunque los toros no acompañaban, y rivalidad en un mano a mano sin sentido. Es cierto que ambos toreros suscitan expectación pero más sentido hubiese tenido ver a Garrido y a Javier Jiménez.

José Garrido, en su primero, el segundo de la tarde, anduvo perdido, fue un quiero y no puedo. El extremeño pretendió acoplarse y no supo interpretar las embestidas del del Puerto. En el cuarto de la tarde, y con los vibrantes momentos de la faena de Curro Díaz al tercero en la retina, Garrido estuvo bien con el capote. Con la muleta dio algún pase decente. Poco después de comenzar, se llevó una fea voltereta, se levantó en la cara del animal y recibió un fuerte impacto del toro en el pecho, pareciendo mucho más grave lo que, gracias a Dios, fue a la postre. La faena anodina, aunque con parte del público caliente después de los dos sustos, se iba alargando en demasía. Faena de pueblo con desplantes innecesarios, manoletinas y demás tonterías. No se vio, ni por asomo, al Garrido de Bilbao. Faena que rozó la falta de respeto a la afición venteña. El toro, fue bordeando las tablas y dio la vuelta entera. Sonó un aviso, José entró a matar, pinchó y el morlaco salió tras el al sentir el acero. Nadie estaba colocado para hacer el quite y saltó su mozo de espadas. Garrido fue hacia el 6 y resbaló o se tiro para que el toro no lo empotrase contra las tablas, pero estaba claro que lo alcanzaría. El astado le propinó un fuerte golpe en la nuca mientras caía al suelo y le dejo inconsciente. Pasó a la enfermería de la que saldría para matar al sexto. Le honra la vergüenza torera, pero seamos realistas, no se puede tener esperando de ese modo al respetable para que salga convaleciente, que no se entere por donde le corre el aire y desaproveche el único toro que podría haber servido para torear de verdad. En cambio, vimos como el presidente anunciaba por megafonía que estoquearía a su tercero, una faena muy larga en la que se sucedieron los pases insípidos y los fallos con los aceros, escuchándose dos avisos. Mal Garrido.

Curro Díaz salió a recibir una calurosa ovación que le brindó la afición al terminar el paseillo. En su primero, no debió brindar al público un toro que se vio desde el principio, no serviría para su toreo. Comenzó con trincherillas, pecó de ventajista, se le coló en múltiples ocasiones por el pitón izquierdo. Debió llevarlo más tapado, darle mayor distancia y abusó del pico de la muleta en algunas ocasiones. Bajonazo criminal y ovación excesiva. En su segundo dejó detallazos como gran torero que es, es de esos que poseen una torería diferente y que da pases para el recuerdo, pero no consiguió, tampoco en su tercero, redondear una faena. Está muy bien esto, pero a ver si vemos una faena redonda de este torero lo antes posible. Aún así, pases ceñidos y acoplados, con un clasicismo difícil de igualar. Se llevó dos feas volteretas. La afición jaleaba los "oles" y los "bien", y más todavía tras los sustos. Eso calentó más si cabe a los allí presentes. Nosotros no nos dejamos llevar el valor de volver a la cara del toro como si nada después de aquello, sino por los detalles. En su tercero, penúltimo de la tarde, se escuchó una fuerte pitada al toro, que a nuestro parecer debió ser devuelto por falta de fuerza y la casi inexistente movilidad. El presidente cambió el tercio, pero antes, Montoliú consiguió llevarlo al tercio y dejárselo al matador para que torease. Ni un enganchón, con suavidad y por abajo. Escuchó una meritoria ovación. Estas cosas gustan en Madrid. Comenzó la faena sentado en el estribo de las tablas y después se sucedieron los mejores muletazos de la tarde. Si hubiese estado así de entonado desde el principio o hubiese sorteado el sexto... otro gallo hubiese cantado.

Fue una tarde que será difícil de olvidar, que no es la tarde que uno sueña pero que estuvo a la altura y dejar claro que aunque reconozcamos la torería a los detalles de Curro Díaz, los aficionados se están deshaciendo en elogios con él en lo que a esta tarde se refiere. De todos modos, cada uno que haga lo que quiera y es indiscutible que tiene pellizco, pero no creemos que lo de esa tarde fuese para tanto, faltó redondear una faena. Puede que sea falta de sensibilidad o puede que nos falte mucho por aprender, todo cabe.