miércoles, 19 de octubre de 2016

Zaragoza se convierte en un circo de pueblo.

Tarde de "no hay billetes" la del día 15. Tarde de palmeros, de ríos de Gin-Tonic, Whisky y Ron. Tarde de niñas monas que alegran la vista y mardanos pasados de copas que solo desean el triunfalismo. Lo que más me duele es ver como algún aficionado se replantea si esto es lo que necesita realmente la fiesta. No señores, me niego a llenar las plazas de público y no aficionados. El publico debe ser educado y debe tener unas nociones mínimas. Se puede ir a los toros sin saber nada pero hay que aprender y no quedarse anclados en la tradición de ir porque es muy "chuli". Respeto a todo el mundo y el ochenta porciento de los allí presentes no sabían ni como se llamaban los trastos. Llegué a escuchar la palabra "lanza" refiriéndose a la vara de picar o el "capote rojo" haciendo alusión a la muleta. No deseo que estas personas dejen de asistir a los toros ni mucho menos, pero si que se informen algo más y sueño con que los toros vuelvan a ser un tema de masas como el futbol y que esté presente en las barras de los bares pero eso será pedir demasiado. Cierto es que estos son los carteles que le interesan a Casas, el primer día estábamos cuatro pelagatos que no hacían más que quejarse y protestar.

Dejando este tema de lado, que no olvidado, comencemos con lo meramente taurino. Rompió el paseíllo con algo de retraso como es algo habitual ya en Zaragoza en las tardes de expectación. En líneas generales, el trapío de los toros fue justo, en ocasiones anovillados y siempre cómodos. Incomprensible que se llevase el premio a la corrida mejor presentada. Por último, no comprendemos por qué algunos utilizaron palos con otros colores diferentes a los de la bandera de a Comunidad cuando el reglamento aragonés indica que tan solo los matadores pueden utilizar palos adornados de diferente modo.

 En el primer toro, se fue Padilla a las tablas en busca del micrófono de Canal Plus e hizo las pertinentes declaraciones, se fue portagayola, se santiguo hasta en tres ocasiones y se abrió la puerta de toriles. El toro se le quedó parado y le propinó un fuerte golpe en el parche del ojo que, por desgracia perdió en este mismo coso. El subalterno no paró de darle trapazos por arriba, al igual que Morante, que lo quiso hacer malo. El toro fue manso en los dos puyazos. El de la Puebla del Río no quiso saber nada del toro. Estuvo despegado, ventajista y ovació los muletazos. Tras pinchazo, media estocada. El tercero que le correspondía a Morante, muy blando de remos y falto de fuerzas, fue protestado y devuelto. En su lugar, salió un garcigrande. Al igual que al titular, no le bajó las manos en ningún momento. En el primer puyazo, el toro empuja muy bien. Morante decide que lo asesinen. En el segundo encuentro hasta cuatro puyazos, una masacre. En este encuentro el toro lo hizo algo peor. Buen par de Fernando Sánchez, al igual que en quinto. Morante le dio dos trapazos y tras tres pinchazos y una estocada corta, una pitada monumental. En resumen, nos quedamos sin ver a un toro, a priori interesante y sin ver torear al artista. Una falta de respeto hacia el que paga su entrada.


Su tercer toro, fue un toro muy bonito, con hechuras de embestir.  La faena fue otra historia. Lo recibió soltando una mano como hiciese Rafael el Gallo, momento en el que se paró el tiempo. Siguió por verónicas y remató con una media. Toreo del bueno. Los pitos fueron olvidados. Me quedo con el capote, ya que en la muleta, aunque anduvo con esa naturalidad innata que posee, estuvo ventajista y pecó en exceso del pico, pero como todos. Lo colocó bien en el primer encuentro, estando bien el varilarguero. Quitó Talavante por verónicas, rematadas con una media y un delantal, a lo que replicó Morante por chicuelinas y una media incomparables. Hay que decir que no era toro para que quitase Talavante. Estuvo fatal "Liti" con los palos. Comenzó con una tanda de estatuarios y un remate por abajo. Las tres primeras tandas se centraron en la mano derecha y estuvieron siempre rematadas por abajo. Un buen molinete y un cambio de mano a la izquierda. Debió buscar el pitón contrario en esta última tanda con la zurda. Antes de matar, se terminó de meter en el bolsillo a aquellos que le habíamos pitado con trincherillas, pases por abajo y un estatuario. Bajonazo criminal y oreja que no pidió la mayoría, más que discutible. 



El segundo de la tarde fue recibido por Alejandro por verónicas y una media a pies juntos. El primer puyazo de Manuel Cid fue muy bueno, el segundo trasero y un simulacro. Se echó el capote a la espalda y remató el quite por saltilleras con una revolera, pero ni uno sin que le tocase el astado el capote. Julio López estuvo digno y Manuel Larios estuvo mal. Lo citó desde los medios y comienza la faena al natural. Al igual que en su segundo, peca en ocasiones del pico, suele estar despegado y ventajista, pero que mano izquierda tiene este torero. A la tercera tanda, da una por la derecha y tras un buen cambio de mano vuelve a la zurda. No faltaron los molinetes y trincherillas. Cambia la espada y unas manoletinas para caldear a los allí presentes, de por sí calientes a base de cubatas en líneas generales. Bien ejecutados los tiempos con la muleta en la suerte suprema pero bajonazo. Una oreja para su esportón y palmas para un mal toro. En el cuarto firmó un vistoso saludo capotero. El toro era un manso de libro y no dábamos un duro por él. Julio López estuvo lamentable. Brindó al público y aguantó a un toro sin nada que ofrecer. Lo llevó tapado y lo toreó a media altura. Su faena volvió a centrarse en la torería y en los naturales. Comenzó su faena en los medios con una vistosa arrucina. Caldeó al respetable con pases cambiados por la espalda, así como otra arrucina, trincherillas y adornos varios. Media estocada, el toro tarda en doblegarse, suena un aviso y se le concede una oreja, aunque buena parte del publico pide la segunda que, con buen criterio, no concede la presidencia.



Lo gordo estaba por llegar. Tras la muerte del quinto, Juan José Padilla salió de la enfermería. La gente enloqueció y jaleaba al "héroe". Los "illa, illa, illa, Padilla maravilla" se sucedían. El "Ciclón de Jerez" le dio tres largas cambiadas, al que a la postre fuese el mejor del encierro, y según algunos, el mejor de la feria, el cual derrochaba clase y poseía un tranco que desaprovechó el diestro. Verónicas, una media y una revolera. Chicuelinas al paso para llevar al toro al encuentro con el jaco. Muy justo en lo que a técnica se refiere con el capote. Espectáculo en banderillas, destacando el buen tercer par al violín. Se puso de rodillas para comenzar y remató esa tanda con un molinete y un pase de pecho. Estuvo en todo momento despegado, fuera de cacho, abusando del pico de la muleta por ambos pitones y nunca le bajó la mano. Molinete de rodillas y hasta cuatro desplantes antes de firmar una estocada tendida y trasera. Los gritos y los pañuelos inundaron la plaza. Cuando la Romareda suene como la Misericordia este día, el Real Zaragoza ascenderá a primera división. Espectáculo bochornoso. Unas filas más adelante un grupo de jóvenes pasados de copas, gritaban "alcaldía para Padilla" con el brazo derecho levantado al frente, prefiero no pensar mal... El palco aguantó y solo concedió una oreja. Pitada para un presidente firme en esta tarde pero que por ejempló, regaló una oreja a López Simón. Padilla se recreó, dio dos vueltas al ruedo, besó el albero, paseó la bandera española que le lanzaron, en fin lo de siempre.



Tarde entretenida pero que da, y mucho que pensar, sobre el momento que atraviesa la fiesta.

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