En lineas generales, novillada de escasa presencia para el Coso de la Misericordia y escaso fondo y casta.
Rafael Gonzalez, con el abreplaza, de nombre "Zorrito", nomenclatura a la que no hizo honor, anduvo aseado de capa. En los vuelos del capote, el toro echó las manos por delante, siendo mejor por el pitón izquierdo. Tuvo que sufrir una mala brega, pues a excepción de los de plata que conformaban la cuadrilla de Marcos, los demás, vinieron a echar la tarde. Dos puyazos muy medidos, en los que no se empleó, siendo el segundo caído. Comenzó la faena por alto, siguió con una tanda con la mano derecha, despegado, al hilo del pitón. Toreó mejor al natural, destacando la segunda tanda, aunque también despegado. Alargó, se arrebató, firmó unas luquesinas con un utrero desfondado, y terminó con un pase del desprecio y tirando la ayuda. Con los aceros no anda fino, aunque la ejecución de la suerte en su segundo fue buena, dónde cayeran ya es harina de otro costal. Ovación generosa en su primero. En el cuarto, aunque le punteó en algunos lances, anduvo bien de capa. Muy mal picado, tirando de monopuyazo, pegando en el primero y caído el segundo puyazo, del que salió algo dañado. David Salvador anduvo atento y le quitó el novillo a un peón después de clavar los garapullos. Brindó a sus paisanos, alargó de más con un novillo que no tenía nada dentro. Anduvo despegado y pesado.
David Salvador también lanceó con gusto al tercero de la tarde. El novillo marcó su mansedumbre desde el principio, andando flojo de remos como sus hermanos lidiados en primer y segundo turno. Fatal picado y peor pareado. Brindó al respetable. Se dobló bien en el tercio en el inicio de faena. Mejor a diestras que al natural, pues con la zurda toreó, si a eso se le puede llamar así, con el pico de la muleta y despegado. El utrero, sin nada dentro, tampoco ayudó. Sonó la música porque sí, terminó por manoletinas, colándose el de Aurelio en la segunda. Estocada caída del lado contrario, un aviso, petición minoritaria y vuelta al ruedo. El de la jota, se le podría tachar casi de inválido. Salvador estuvo pesado con un novillo sin opciones, el publico a lo suyo y hablando de sus cosas, esperando a que lo despachara rápido para ir a cenar y tomar una copa para borrar de la mente una tarde tan mediocre, porque si al menos se habla mal, pero se habla de la tarde, es mejor que cuando se empieza a brindar por Lagartijo, mejor torero del siglo XIX,para algunos, aunque ni hubieran nacido.
Esperábamos otra cosa del hierro madrileño después de disfrutar de un buen novillo en la concurso de Andorra (Teruel), que no se vio en plenitud pero del que los aficionados se percataron.
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