jueves, 26 de marzo de 2020

Volvemos a dar la tabarra

Venimos a escribir un poco, que ya hace tiempo que no nos ponemos delante del teclado para juntar letras y ofrecerlas al humilde lector que tenga a bien en soportarnos. Somos más de papel y boli, aunque uno disfruta más con los objetivos y las lentes. 

En primer lugar, vamos a intentar retomar la actividad del blog, hemos dicho bien, intentar. No prometemos absolutamente nada, ni periodicidad, ni fechas, ni compromiso alguno, pero estamos un poco socarrados por el taurineo y venimos a intentar alcanzar nuevas metas. 

Sabemos que no pocos de ustedes, sin darse toros, están atorados con tanta red social y directos, los cuales aplaudo, unos mucho más interesantes que otros, como todo en esta vida, pero nosotros queremos obligar un poquito a la lectura. En estos días en que debiera apresurarme e invertir las horas en avanzar en el Trabajo Fin de Grado, paso horas leyendo de toros, ahora mismo dos grandes obras como son Mi Ruedo Ibérico y Viaje a los Toros del Sol.




Ayer pudimos ver tantas cosas asquerosas por las que al final me calenté y decidí dejar de ver la tele en un buen tiempo y dosificar las incursiones por Instagram y Twitter. Ayer leímos tal cantidad de basura que necesitábamos compartirla, pues aunque nadie lea estas líneas, al escribirlas, habrá cumplido su función que no es otra más que desahogarse. Un ministro, Ábalos, a carcajada limpia en el Congreso de los Diputados, con las cifras de contagiados y muertos. Que sus dioses los tengan con ellos. Se puede ser cínico, incluso inmoral o mentiroso, pero al menos, que no te pillen. La de Transición Ecológica, mientras mueren personas de 500 en 500, decide inundar las redes con la posibilidad de contagio de los chinpancés y que mire usted, pobrecitos. Y es verdad, pobrecitos, pero debe usted mantener un perfil bajo cuando es un problema que no afecta a nuestro país y que es claramente secundario, cuando su Gobierno inoperante, no tiene capacidad para afrontar la situación, dificilísima por cierto. Siguen los políticos, me gusta pensar que algunos de ellos estarán donando parte de sus ingresos aunque por humildad no hagan gala de ello, cobrando por enviar votos telemáticos o no hacer nada directamente. Con lo fácil que tendrían ponerse una medallita y que el sistema saliese reforzado de esto, aumentando la confianza en los políticos. En contraposición, valoran reducir un 2% del funcionariado, que de afectar a los que están en primera línea de batalla, sería indignante. De la Unión Europea, mejor no decir nada. Ahí siguen a lo suyo, y el capítulo político lo vamos a ir cerrando que ya ha ocupado demasiado. 

Para ir terminando, quiero hacer referencia a esa carta enviada por el sector taurino al Ministerio de Cultura. Al final, se van a parecer mucho más de lo que dicen a otros colectivos del mundo de la cultura. Odio la palabra colectivos. Además, lo leímos en una página web antitaurina. Eso demuestra cómo está el periodismo y comunicación por parte de los medios especializados. Tampoco me voy a extender, entiendo que como sector cierren filas, que se pida lo máximo para empezar a negociar y ceder en algunas cosas, pero han metido hasta los tickets del desayuno. Hay cosas incoherentes, la tajada gorda para el de arriba, aprovechando la situación, indemnizaciones millonarias para los toreros de arriba, el de abajo, que se busque las habichuelas, que por cierto, para los festejos que sí se den en este 2020, serán los peor parados y a los que más se les aprete. Además, el boletín va a ganar un peso tremendo.  Los mínimos, no hay que ser un lince para pensarlo, no se respetarán y las malas prácticas van a volver. Lo de la reducción del IVA en espectáculos culturales en directo, es lamentable porque, cuando se redujo al 10%, fue directo al bolsillo de buena parte de empresas y no se notó la diferencia en taquilla. Me reitero en que la unión hace la fuerza, que no abogamos ni muchísimo menos por dejar con el culo al aire a ningún profesional, que entendemos que esto son las bases de una negociación, pero no creemos que vaya a repercutir en el aficionado. Ojalá todo esto sirva para que se den parte de los festejos programados, pero sobre todo, para recuperar corridas de toros y novilladas en plazas que, un día, echaron el cerrojo. Ahí es donde se debería ver una negociación dura con la Administración, para la promoción de la fiesta, y no en que pague algo que corresponde a las empresas como son devoluciones, lo cual demuestra que son suspensiones de festejos, aunque se hable de aplazamientos, o responsabilidades contractuales con profesionales. Que es cierto que es mejor arreglarlo negociando, acudiendo a condonaciones, en todo o en parte, o aplazamientos de cánones sobre todo, y no andar de pleitos pero vamos, se pide hasta el hielo de los cubatas, que en algunas plazas no es poco. 



En esta línea de inoperancia y mala gestión de las Administraciones, seguimos esperando a que la Diputación Provincial de Zaragoza se pronuncie sobre el comunicado de la empresa que regenta el maltratado Coso de la Misericordia. Sí, ese tandem de Zúñiga, un empresario que insulta a sus clientes por un lado y Mena y Fontecha por otro. Las partes, ni se hablan según no pocos aficionads.  Suspensión, ¿cómo que suspensión?, será aplazamiento a septiembre como en 2018, o, ¿a caso la Diputación no vela por los intereses de los zaragozanos en general y de los aficionados en particular?

Notas a parte merecen el deseo, por parte de los aficionados, de pronta recuperación de Dani Rovira, con el que siempre ha habido sus más y sus menos. Del mismo modo, aplaudir que se hayan puesto a disposición del Gobierno el material que hay en las enfermerías de las plazas de toros. es una obligación legal en estos momentos, pero también moral, pues de no haber echado la pata pa' lante, teniendo en cuenta cómo estamos de olvidados, ni se habrían planteado si quiera esa posibilidad. 

Saludos y fuerza para todos desde este reducto de afición en tierras mineras. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario