martes, 31 de marzo de 2015

Se merma la ilusión.

Hacía años que los alrededores de Las Ventas no se veían tan llenos y vibrantes como este Domingo de Ramos. Un cartel de no hay billetes pegado en las taquillas en una corrida fuera del abono venteño. Una gran afluencia de jóvenes aficionados y otros no tan jóvenes, llenaron los tendidos. Se respiraba un ambiente festivo y de triunfo. El tiempo acompañaba y las ganas también. La tarde no era para menos.



El reloj de Las Ventas, marcaba las seis de la tarde cuando rompió el paseillo de Ivan Fandiño junto a sus cuadrillas. Momentos después, un grupo de antitaurinos que al parecer, lo único que buscan es provocar, en este caso mediante insultos, gritos y despliegues de banderas y camisetas antitaurinas, queriéndose dar de bruces con algún aficionado desquiciado por las reiteradas manifestaciones incívicas de estos personajes y conseguir la foto para tacharnos de brutos, de irrespetuosos e incluso de asesinos. Basta ya. Pedimos respeto y protección.



Dejando de lado este desafortunado incidente, salió por la puerta de toriles toda una pintura del hierro de Partido de Resina (antiguo Pablo Romero) Cárdeno de capa y con dos perchas que asustaban a cualquiera. Bajo, bien hecho. En definitiva, precioso. Pero en eso se quedó, en una pintura. Un toro blandito y falto de fuerzas al cual hubo que medir mucho y poco se puedo hacer. Pitos para este y silencio para Fandiño.
En segundo lugar, salió otro imponente astado esta vez con la V de Adolfo Martín. Bajo, largo, imponente y rematado. Un tío. Buen toreo de capa por parte de Iván en el recibo de capote. Destacar la actuación del aragonés Jesús Arruga que una vez más demostró su buen hacer con los palos. En nuestra opinión, Fandiño por debajo de un toro que debió irse sin alguna oreja. División de opiniones para ambos, con alguna pitada hacia el animal incomprensible.
El público seguía perdonando tras la muerte de un Cebadita al que poco se le pudo hacer. Anotar que este toro de preciosa lámina acusó la pérdida de kilos.


Llegados al ecuador del festejo, la tarde seguía fría aunque aún quedaban muchas esperanzas intactas. Y con ello que salió el cuarto de la tarde. Un TORO. Rematado por todos sitios y más en la línea Santa Coloma del hierro que portaba. El de José Escolar.
Gran tercio de varas protagonizado por Israel de Pedro. Muy bien el de Escolar metiendo la cara abajo y empujando con mucha fijeza. Destacar también los pares de banderillas de Jarocho y Víctor Martínez que se desmonteraron junto al lidiador Javier Ambel, el cual estuvo soberbio durante toda la tarde. También remarcar la fugaz actuación, que ni tuvo lugar, gracias a la intervención de los subalternos, una vez más, de un espontáneo conocido como  "Gallo Chico". Que no vuelva a pasar. Mal Fandiño ante un astado que desarrolló sentido pero con mucho picante y al que se le podría haber planteado una buena faena. Pitos para el torero y gran ovación para el de Escolar.
En quinto lugar salió un remiendo de Adolfo Martín, de menos trapío que su hermano anterior, tras ser devuelto el toro titular de Victorino Martín que se lesionó de los cuartos traseros tras realizar una gran pelea en varas. Ovacionado al ser devuelto. El de Adolfo, quería todo por abajo, como estamos acostumbrados a ver en su encaste ya sea para bien o para mal. Toro de muchas teclas, con el que había que estar rápido y muy atento y con las ideas claras. Fandiño, ni estuvo.
El sexto, lució el hierro de Palha. Muy feo y basto de hechuras. Sin cuello y con mucho morrillo. Muy suelto desde los primeros tercios y empujando en el caballo aunque con la cara a media altura. Muy complicado y rajado en la muleta. Fandiño no pudo hacer más. 


Tras este nefasto resultado, el matador, abandonó la plaza arropado por sus cuadrillas entre los pitos y almohadillas de unos y las palmas de consolación de otros. Decir que no fue su tarde y no supo resolver los problemas que sus oponentes le plantearon, cerrando mucho a los toros en tablas en la lidia. Aplaudir la actuación de las cuadrillas y la afluencia de público.


Desde este humilde blog, pedir que no se tache un "no hay billetes" en una gesta en la que se jugaba la vida a cara o cruz como un fracaso. Es verdad que el torero pudo estar mucho mejor y que dejó escapar algún toro interesante pero este acto de valentía por su parte le honra como torero. Deseamos que el siguiente compromiso de Iván en este coso, se salde con un éxito rotundo como la temporada pasada.

Fotografías vía Las Ventas.











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