Finalmente,
los dos novillos de la ganadería de El Freixo, por los motivos que sean,
gracias a Dios, no se han lidiado. Encontrándose en esta tesitura, ¿por qué no
se ha decidido lidiar un encierro al completo de Fuente Ymbro, dejando los dos
novillos de Garcigrande como sobreros? Estas decisiones de despacho, nunca las
llegaremos a entender. Dicho esto, vamos con la crónica de esta interesante
novillada.
A las cinco
y media de la tarde ya pasadas, y con una buena afluencia de público, en
especial cundieron los fieles seguidores de la peña de Varea, rompía el
paseíllo. Cita esperada por los aficionados, que teníamos ganas de volver a ver
a estos dos chicos, en los cuales confiábamos. En lo que ya no confiábamos
tanto, era en el trapío y comportamiento de los animales. Afortunadamente,
erramos, no fueron novillos con muchos kilos, pero sí bien presentados, y
permitieron a los novilleros llevar a cabo sendas faenas, truncadas en
ocasiones por los aceros.
El que abrió
plaza, fue el novillo con más kilos de la tarde. Novillo bien hecho, al cual le
recibió Ginés Marín de rodillas, tras las continuadas vueltas que dio el
novillo. Se le pegaron dos puyazos muy medidos. Un novillo que se quiso rajar.
Soberbios Ginés Marín y Varea con el capote, los cuales nos hicieron presenciar
bonitos repliques en los quites de todos los novillos, exceptuando el cuarto y
el sexto. Esto último, que tanto vemos en los novilleros, llenos de ganas de
torear, lo echamos en falta entre las figuras, que ya están acomodadas. El
novillo deslucido, sin trasmisión, no permitió el lucimiento de Ginés Marín, el
cual puso empeño, pero no consiguió nada. Tras pinchar la primera vez, mató al
novillo a la segunda. Silencio.
Con menos
kilos, menor presencia y con el pitón derecho astillado, si no nos falla la
memoria, salió el segundo de la tarde. Pitado de salida, fue cambiado tras
partirse ese mismo pitón, en un burladero. El que salió en su lugar, con tan
solo cinco kilos de diferencia 440, pero mucho mejor presentado, era imponente
y salió buscando presa. Varea lo recibió por verónicas y lo remató con dos
medias. Desde luego, este hombre tiene algo especial. En el caballo cumplió, un primer puyazo duro,
y un segundo muy medido. Entre medias se vuelve a lucir el castellonense, a lo
que responde Marín tras el primer tercio, ambos por chicuelinas. En la faena de
muleta estuvo mejor por el derecho y encandiló al público con trincherazos.
Sonó el primer aviso con el novillo en tablas que se resista a caer. Paseó una
oreja, la cual fue concedida por la gran afluencia de sus paisanos.
El tercer
novillo, este con el hierro de Garcigrande , sin ser un tacazo, justito de
presencia, pero cumplidor. Toreo del bueno por verónicas por parte de Marín.
Hubo un suceso sin aclarar todavía, o al menos nosotros aun desconocemos. El
novillo se empleó en el primer puyazo si se le puede llamar así, porque al
picador, se le agrando el novillo, y la segunda vara la tomó en el caballo de
la puerta del patio de cuadrillas. Se desmonteró Javier Ambel, que eclipsó el
buen hacer con los palos de Manuel Izquierdo. Lo templó Marín, mimando a un
novillo flojito. Todo por abajo, pero el novillo no daba para más. Tras el
primer intento fallido, buena estocada. Sonó el primer aviso y corto una oreja,
merecida por su buen hacer.
El cuarto,
también perteneciente a la ganadería de Garcigrande, fue un novillo mejor
hecho. Varea lo paró como si de cualquier cosa se tratara. En el caballo no se
le castigó. Novillito sin mucho motor, novillo para el torero, para que
engañarnos. Estuvo, a mi parecer condicionado por la voltereta. Tras el tercio
de banderillas se desmonteró José Manuel Montoliu, con una gran ovación. Una
gran faena en los medios, tirando del novillo, sorprendiendo al público con un
molinete, seguido de un pase de pecho. En fin una gran faena, truncada por la
espada. Tras el primer aviso el toro se rindió, pero Varea no consiguió
descabellarlo. Ovación por parte del respetable, y también para el animal, sin
meritos para ser aplaudido.
El quinto,
un novillo de Fuente Ymbro muy bien presentado, que de salida, no nos gusto en
particular, al que había que darle distancia y cruzársele. Le recibió bien con
el capote Ginés Marín. Tras un buen primer puyazo, el novillo se arrancó al
segundo desde los medios. Le costó, pero cuando se arrancó, fue al caballo como
un obús, haciendo volar la vara del varilarguero, metiendo los riñones y la
cara abajo. Este también dio una voltereta. El lidiador, Javier Ambel, fue
aclamado por la afición tras una actuación impresionante, de las que tanto
gustan en Madrid. Le brindó el novillo a Varea, gran gesto por su parte. Un
novillo exigente, bueno por los dos pitones, mejor por el izquierdo, a nuestro
entender, con codicia, con recorrido y trasmisión, es decir novillo muy
completo. Otra vez pudimos ver medirse
en el quite a estas dos jóvenes promesas. Gran faena de muleta en los medios,
estando a la altura del animal, faena de lio gordo si mata bien, pero no fue
así. Ovación para novillo y novillero, dando la vuelta al ruedo este último.
Sonaba el
toro de la jota y salió otro negro, derribó al caballo, provocando el
desconcierto entre los subalternos. Los capotes volaban, el caballo estaba más
en el otro barrio que en este, etc. Con este panorama, tomó la segunda vara, a
en el otro caballo. Sorprendió Varea al inicio de la faena de muleta, con una
silla. Toreó y midió bien, a un novillo sin fuerzas, sin recorrido y sin
trasmisión. Mató a la primera y aunque dejo plasmados buenos detalles, no fue
una faena de oreja. Tras el primer aviso, el novillo cedió y el castellonense
dio la vuelta al ruedo.
Mano a mano
mucho más interesante de lo que esperábamos, que quedó en tablas. Ojalá, las
dos figuras del escalafón novilleril, se animen a lidiar la novillada de Los
Maños-Vistahermosa, en la feria de El Pilar.
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